domingo, 24 de enero de 2016

8

Reseña Histórica



 
Las instituciones, al igual que las personas y la humanidad, minuto a minuto, días tras día y año tras año, van escribiendo, conscientes o no, su historia que habla de sus logros o fracasos, anhelos y satisfacciones, de su vivencia fecunda o estéril, compendio inobjetable de toda existencia.
Cuando los hombres que tiene la función de dirigir las instituciones formadoras del corazón y la mente del hombre toman conciencia, y más aún sienten la gran responsabilidad con el presente y futuro no solo de la institución que dirige sino de la patria, y dedican todas sus acciones, toda su capacidad y esfuerzo a servirla y engrandecerla, sus resultados satisfactorios y halagüeños no se dejan esperar concretados en obra fecunda y vivificante mereciendo nuestra admiración y respeto; pero cuando no se dan estos factores, los hombres y las instituciones se vuelven rutinarios, su existencia es sin razón, sin sentido no dimensiones, tendiendo a desaparecer y a la muerte.
Por ventura, nuestra institución educativa, que nació humilde en su estructura pero grande en proyecciones y que en el transcurso de CINCUENTA Y DOS años se ha convertido en INSTITUTO SUPERIOR TÉCNICO DOCENTE, ha contado con el accionar de hombres de gran capacidad y precisas ejecutorias, de hombres con sentido cabal y definido del rol que debe cumplir la educación técnica frente a la formación de las nuevas juventudes y al desarrollo industrial como punto de partida para el surgimiento social, cultural, político y económico del país.
Es alentador hacer una síntesis de CINCUENTA Y DOS AÑOS DE VIDA de una institución que se agiganta orgullosa con la satisfacción del deber cumplido, a tal punto de haberse convertido en el centro de formación técnica más importante del interior del país, cuanto más que en él se formarán los futuros MAESTROS, que con mejores recursos científicos, técnicos y pedagógicos se encargaron de impulsar a la nación en el campo de la educación técnica y el desarrollo industrial.
Comenzaré haciendo una retrospección, hasta llegar al año 1948 cuando, en materia educativa, se acentuó un clamor ciudadano exigiendo que, sin descuidarse de la formación propia del humanismo clásico, se propenda al desarrollo de un humanismo técnico – científico; es decir, que se busque una nueva manera de vivir para las generaciones venideras de la provincia, que se capacite a la juventud en profesiones técnicas de todo nivel para que pueda vivir de su trabajo, respetado e independiente, sintiendo el impulso del proceso de desarrollo del país.
Que se emprenda en una educación que cree nuevas posibilidades, que sea fuerza que oriente al pueblo por los diferentes caminos de la técnica y del trabajo; este clamor y esta necesidad inobjetable fue acogido por las autoridades encargadas de la administración de la provincia y es precisamente el distinguido ambateño don Neptalí Sancho, cuando ejercía las funciones de Alcalde de la ciudad, quien planifica el funcionamiento de una escuela técnica que venga a llenar el vació existente en el campo educacional; una escuela que, dando mayor atención a las habilidades, destrezas del hombre, pueda convertirse en un elemento de ocupación inmediata, que produzca para sí mismo y para la sociedad, una escuela técnica; que favorezca a la clase media trabajadora, a la democratización de la enseñanza, diversificando los caminos de realización para muchos y no solamente para pocos ciudadanos que aspiran a ser alguien al final de una carrera universitaria. Lamentablemente estos empeños no pudieron cristalizarse en forma inmediata, debido a la penuria económica que soportaba la Municipalidad del cantón.
Sembrada ya la inquietud en el Cabildo Ambateño, comenzó a funcionar un comité pro-fundación de un colegio técnico; sobreviene el aciago 5 de agosto de 1949, con las consecuencias materiales, económicas y espirituales que todos conocemos y que muchos han ponderado con análisis profundo. Sin embargo considero necesario destacar la solidaridad humana de todos los pueblos de la patria y varias naciones para socorrer a los damnificados y ayudar a la reconstrucción de las ciudades afectadas por el sismo.
Con estos propósitos se formó en Guayaquil un Comité de Socorro, el mismo que para cubrir su contenido vino a esta ciudad encabezado por su dinámico alcalde, Sr. Rafael Guerrero Valenzuela, y luego de entregar diferentes ayudas para los damnificados hubo un sobrante de TRESCIENTOS MIL SUCRES, los mismos que fueron otorgados al Cabildo ambateño con la expresa condición de que sean invertidos en la creación de un colegio técnico. Con estos gestos generosos de los guayaquileños se pone una base firme para la cristalización de los anhelos de la ciudadanía ambateña.
Por la misma época, la compañía Shell, que venía realizando trabajos de exploración petrolera en la región oriental, abandonó el país aduciendo no existir el hidrocarburo en cantidades satisfactorias; al hacerlo, vendió al Municipio los terrenos y las instalaciones donde se asentaba su campamento en la cantidad de DOSCIENTOS CINCUENTA MIL SUCRES. Años más tarde, en estos terrenos que disponían de varios canchones, iniciará las labores el naciente colegio.
Naturalmente que la obra que se estaba gestando requería de una adecuada planificación para asegurar su funcionamiento; planes y programas de estudios acordes con los campos de especialización, adquisición de máquinas y herramientas, dotación de personal docente y administrativo, etc. Esto implicaba, obviamente, la disponibilidad de considerables recursos económicos, pero, pese a todos esos obstáculos, las gestiones fueron concretándose con buen ritmo, y en el año de 1951, siendo alcalde de la ciudad el Sr. Dr. José Arcadio Carrasco Miño, el Ilustre Consejo Municipal, en sesión del 6 de julio y 3 de octubre, y aprueba la Ordenanza Municipal creando la Escuela Técnico Profesional “Guayaquil”. El nombre, nada más justo como homenaje de gratitud a esa hidalga ciudad que siempre se ha caracterizado por la solidaridad con los anhelos e inquietudes del pueblo tungurahuense.
Tres años más tarde, encontrándose nuevamente en la dirección de la Ilustre Municipalidad el señor Neptalí Sancho, el Ministerio de Educación Pública expide con fecha de 30 de septiembre de 1954 la Resolución Nº 450, autorizando el funcionamiento del Colegio Técnico “Guayaquil” bajo los auspicios del Concejo Municipal de Ambato y, con el fin de planificar su apertura, se cuenta con el asesoramiento técnico de personal especializado de la Organización Internacional del Trabajo (OTI).
 
Al fin llega el día esperado, 12 de noviembre de 1954, e un ambiente de gran satisfacción ciudadana, de rostros sonrientes por la satisfacción de una conquista y la emoción de 64 alumnos que esperan encontrar en la nueva educación un futuro de amplios horizontes, se inauguran las labores del Colegio Técnico “Guayaquil”, con la siguiente planta de profesores: Dr. Gonzalo Grijalda (Director), Sr. Eduardo Gómez (Inspector – Secretario), Ing. Galo Jarrín (Profesor de Electricidad), Sr. Nelson Morales (Prof. de Mecánica), Sr. Ángel Logacho (Prof. de Carpintería) y Sr. Telmo Cansares (Prof. de Matemáticas).
En los primeros años de funcionamiento el colegio tiene que afrontar duros problemas de índole económico: falta de máquina y herramientas, material didáctico insuficiente, ambientes de trabajo inadecuados, etc., y con el propósito de conseguir un ingreso que asegure su normal funcionamiento, con la valiosa intervención de los señores legisladores representantes de nuestra provincia, se consigue del Congreso Nacional la aprobación de un decreto mediante el cual el Colegio “Guayaquil” se hacía participe de un gravamen que se impuso a los cigarrillos extranjeros. De todas maneras, la precaria situación económica del Municipio no permitía las condiciones favorables para llenar las necesidades cada vez más crecientes debido al incremento notable de alumnos. Esta realidad llevó a pensar que la única solución sería que el Ministerio de Educación decrete la nacionalización del colegio.
El personal docente, atento siempre a los problemas que afronta la institución, encabezada por su Director, el Sr. Rafael Urgiles y los personeros municipales, comienza a realizar gestiones tendientes a conseguir este objetivo, encontrándose decidido respaldo en prominentes ciudadanos representantes al Congreso Nacional, se logra que con fecha 3 de diciembre de 1959 se decrete la nacionalidad del Colegio Técnico “Guayaquil”.
Realizada esta conquista, se emprende en la consecución de un nuevo edificio que reúna las características de funcionalidad, con aulas y talleres adecuados que sustituyan a los vetustos canchones; para el efecto el colegio aporta con la cantidad de NOVECIENTOS MIL SUCRES de su patrimonio, lo que sumados a los CUATRO MILLONES DE SUCRES de asignación estatal se concreta en el edificio que hoy disponemos, el mismo que fue inaugurado el 1 de mayo de 1965.
Vale la pena anotar que para la construcción del nuevo edificio, el Gobierno suscribió un convenio con USAID-E. con sujeción al programa Alianza para el Progreso, en virtud del cual el Gobierno se comprometía a la construcción total del nuevo local, en tanto que USAID-E aportaba con las máquinas, equipos, herramientas y laboratorios necesarios, lo que significa que nuestro plantel pasó a ser uno de los cinco colegios comprendidos dentro del convenio con USAID-E, abriendo enormes posibilidades para un permanente equipamiento de toso sus talleres.
Es indudable que todas estas conquistas materiales constituyen eficientes recursos para la mejor formación de los egresados y ampliar visión de los directivos sobre la realidad socio – económica de la provincia, los lleva a la búsqueda de nuevas posibilidades de servicio a la colectividad y planifican cursos de formación de los artesanos en la rama de metal – mecánica, lo que con la eficiente colaboración del Servicio de Voluntarios Alemanes en el Ecuador se alcanza la Resolución Ministerial N – 1732, de fecha 13 de noviembre de 1975, autorizando el funcionamiento de los Cursos de Carreras Cortas a nivel artesanal en la rama de metal – mecánica.
Este proceso ascendente en servicios educativos y logros materiales nos demuestra que EL GUAYAQUIL se ha caracterizado por vivir el presente y proyectarse al futuro; todas las conquistas a favor de la educación, de las juventudes y del progreso industrial no se han convertido en oropeles que colman la vanidad de los hombres, no han sido lauros que han servido de lecho a sus directivos, sino por el contrario, se han convertido en fuerzas permanentes que los impulsa a la planificación de nuevos objetivos y a la consecución de nuevas metas.
Las experiencias vividas por los actuales directivos, los lleva a comprender que es menester impulsar la formación del personal docente en disciplinas técnicas, que exista un instituto, en donde se forme al profesional técnico – industrial para que cumpla funciones docentes con más y mejor posibilidades tecnológicas, científicas y didácticas; y luego de elaborar una amplia planificación con sus alcances y justificaciones, el Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Educación, el 18 de mayo de 1979 expide el Decreto Nº 3473 mediante el cual se transforma al Colegio Técnico “Guayaquil” en Instituto Superior Técnico Docente, a partir del 19 de octubre del mismo año.

8 comentarios :

Unknown dijo...

sin duda una buena historia !! y así el colegio seguirá cambiando con las nuevas generaciones

Unknown dijo...

es importante la implementacion de mejores talleres ya que los existentes no poseen instrumentos actuales e innovadoes y la implementacion de una mejor malla curricular con profesores de mayor conocimiento

Anónimo dijo...

oh querio y prestigioso GUAYAQUIL que en tus aulas me forme y los conocimientos impartidos por los docentes han servido mucho para lograr llegar a dodnbe uno quiere .... cuando llegue me reciviste con los brazos abiertos en los talleres y aulas aprendi mucho por eso siempre te llevare en mi mente y en mi corazon toda la vida celeste y blanco GUAYAQUIL POR SIEMPRE LIDER

Unknown dijo...

no importa los cambios que le hagan al colegio.. siempre tendra un buen prestigio

Unknown dijo...

Una institución con mucha trayectoria y responsabilidades que ofrecer, permite que a las futuras generaciones transmita valores éticos, morales y conocimientos prácticos en su especialidad para q sean aplicadas su vida profesional

Unknown dijo...

Una institución con mucha trayectoria y responsabilidades que ofrecer, permite que a las futuras generaciones transmita valores éticos, morales y conocimientos prácticos en su especialidad para q sean aplicadas su vida profesional

Unknown dijo...

Si que es mucho por conocer de una institucion como esta

Unknown dijo...

ME PARECE INTERESANTE

Publicar un comentario

 
Design by Wordpress Theme | Bloggerized by Free Blogger Templates | Best Buy Printable Coupons